22 de Enero de 2024
 
22/01/2021 10:23
Niko Shera: "El oro olímpico es nuestro objetivo y voy a hacer todo lo posible por sacar esa medalla"

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La nueva entrega de ‘Un Café Con Alejandro’ cuenta con Nikoloz Sherazadishvili -Niko Shera para los amigos- como protagonista. El judoca español se reunió con el presidente del Comité Olímpico Español, en la sede de la institución olímpica, para repasar su carrera deportiva, contar los ambiciosos objetivos que se marca para esta temporada donde vivirá por primera vez unos Juegos Olímpicos, así como para explicar la importancia de su entrenador Joaquín Ruiz ‘Quino’ en todos sus éxitos.
Antes de entrar en materia, Niko aseguró que se encuentra al 100% y que no queda rastro de la lesión de tobillo que le impidió estar en las últimas competiciones: “Me he recuperado, que era lo más importante, y ahora estoy bastante bien. Llevo un mes entrenando sin problema y ya estoy corriendo, haciendo físico y haciendo judo. Así que estoy en perfecto estado”.



Uno de los eventos en los que el campeón del mundo no estuvo fue el Máster de Doha celebrado la semana pasada en la capital catarí. En otro momento, perderse un campeonato en el que se reparten tantos puntos en la pelea por estar en Tokio sería un problema. Sin embargo, Niko, como número uno del ranking mundial con 8.111 puntos, ya cuenta con su plaza asegurada y se ha ganado el derecho a planificar su temporada en función de sus necesidades.

“Decidí no competir en Doha porque quiero estar en mi mejor nivel”, comentó antes de añadir que “el calendario lo han publicado hace nada y han metido muchos Grand Slam para que la gente pueda competir, coger sensaciones y puntuar. En mi caso no necesito puntos, así que tenemos que ver si necesito competir más o entrenar más. Pero haremos mínimo dos competiciones antes de los Juegos Olímpicos. No sabemos si el Grand Slam de Tel Aviv y el Campeonato de Europa o el Grand Slam de Tel Aviv y el Campeonato del Mundo”.



El sueño olímpico

Esa detallada preparación puede llevar a que el judoca nacido en Georgia no esté en el próximo Mundial, competición que ganó en 2018, convirtiéndose así en el primer español en lograr dicho título. Sin embargo, Niko es consciente de que para llegar en las mejores condiciones a Tokio 2020 debe renunciar a otras competiciones.

“Es la primera vez que pasa que el Campeonato del Mundo es el mismo año que los Juegos Olímpicos. Y el campeonato del mundo siempre es el objetivo principal, pero este año se nos han juntado las dos. Y si me dan a elegir cuándo estar en mi mejor condición física, al 100%, elijo las olimpiadas, y si al final decidimos estar ahí al 90%, yo lo acepto e igualmente competiría en el Mundial. Pero tengo que hablar con el equipo técnico porque si por mi fuera competiría en todas las competiciones, pero la preparación física tiene que estar bien hecha para después dar el mejor rendimiento en los Juegos”, explica.

En la capital japonesa, Niko disputará sus primeros Juegos Olímpicos y se los imagina como algo increíble. “Me gustaría que se celebraran con toda la normalidad, con todo el ambiente que generan unos Juegos Olímpicos. Solo pienso en la competición. No pienso en nada más, ni en el desfile, ni en la Villa, aunque es una pasada y cualquier deportista tiene vivirlo. He estado en los Juegos Europeos, que son como unos minijuegos Olímpicos, y esa sensación que he vivido, me la imagino en unos Juegos Olímpicos y tiene que ser una pasada”, reconoce.



Un judoca ambicioso

Eso sí, pese a debutar como deportista olímpico, el judoca tiene muy claro el objetivo. “Siempre lo digo: oro. Ese es nuestro objetivo. Y voy a hacer todo lo posible para estar en ese podio y sacar esa medalla de oro”, cuenta convencido.

La convicción con la que Niko expresa su deseo de subirse a lo más alto del podio en Tokio 2020 no es fruto de la casualidad. Sus resultados durante los últimos tres años, así lo avalan. “En cada competición quiero estar siempre en el podio. Es la constancia que a mí me gusta. Y por ranking lo estoy demostrando, tres años consecutivos estando el número uno del ranking mundial porque de diez competiciones, ocho o nueve son resultados. Y siempre voy a sacar esa medalla de oro, porque para todo lo que estoy haciendo y entrenando, no veo otra opción que quedar campeón”, comenta.

Un binomio perfecto junto a Quino

Para llegar hasta donde ha llegado, el judoca nacional no lo ha tenido fácil. Cuando apenas tenía diez años, sus padres decidieron trasladarse de su Georgia natal a España. Y aunque cuando llegó no hablaba prácticamente español, rápidamente se hizo entender para encontrar su lugar en Brunete, junto a Quino.



“Desde el primer día Quino es como mi segundo padre, pero es que es así con todos. Para él su club es la familia, ese es el ambiente que él crea. Aparte de que la presión y lo que nos exige es muchísimo. Cuando llegué a España estuve buscando club y entrenando en otros sitios, pero cuando llegué allí pensé: “como mola el ambiente”. Y desde entonces supe que era donde me quería quedar”, reconoce.

Y añade: “Aparte de lo personal, como entrenador es el mejor. Es el mejor porque nunca falta. Yo tengo una competición importante, Campeonato de Europa, Campeonato del Mundo, tengo que estar todo el verano entrenando o ahora en Navidad que hemos entrenado todos los días hemos entrenado... Yo lo tengo que hacer, pero que él no falte ningún día, para mí es lo que todavía me sorprende. Siempre está, nunca falta. Y eso también marca la diferencia. El compromiso que tiene consigo mismo, con el club y con nosotros. No puede salir otro resultado que no sea bueno”.

Sin embargo, Quino no es el único que ayuda en la consecución de sus éxitos. Durante los entrenamientos, Niko está muy bien acompañado. “Además, sin esos compañeros del club con los que he crecido, no podría haber llegado a esos resultados. Pero eso es un equipo. Y toda la gente que tengo alrededor, que vienen todos los días. No faltan nunca por ese compromiso que tienen conmigo, con Quino y con el club. Eso es muy importante. Y quiero agradecérselo públicamente. Porque todos los días están”, añade.



La familia, lo más importante

En un primer momento, Niko combinaba el judo con el waterpolo, pero la influencia de su padre, también judoca, hizo que se decantara por este deporte. “Cuando ya me tuve que decidir por un deporte me decidí por el judo. Mi entrenador de waterpolo no quería que me fuera, pero yo disfrutaba más haciendo judo y de su ambiente. Además, lo tenía en casa. Cuando llegaba de entrenar, me enseñaba, me explicaba, me contaba...”, afirma.

Y esa influencia sigue estando latente hoy en día. “Es el que más me ha enseñado a ver mis fallos. Cuando tenía 14 años mi padre me hacía ver mis combates. No pasaba nada si perdía, pero tenía que saber por qué perdía, cuáles eran esos fallos y esos errores. Y empezar tan pronto a ver los errores me hizo coger carrerilla y para mí ya era normal analizar por qué había perdido. Todavía sigo haciendo eso que me inculcó mi padre”, reconoce.

Eso sí, nunca se metió en el trabajo de su entrenador: “Vio como era Quino y como entrenaba y no quiso entrar ahí. Le dejaba el espacio, algo que para mí es súper importante, que los padres confíen en el entrenador. Quino era el que entrenaba y en casa podíamos hablar de lo que quisiera, pero él me veía entrenar de lejos y dejaba ese espacio. Cada uno me podía aportar cosas diferentes. Mi padre sabía unas cosas y Quino otras. Y no era ver quien sabía más, sino qué me podía aportar cada uno”.



Además de las enseñanzas de su padre, Niko también valora el apoyo del resto de su familia. “Para mí es fundamental tener ese apoyo familiar, que siempre lo he tenido, y ha sido la clave para tener esta estabilidad. Debo saber siempre donde estoy, porque me gusta diferenciar. No tienen nada que ver los resultados con la familia o con la gente. Los resultados están, pero yo siempre soy el mismo, no me cambia nada. Ellos siempre están conmigo y ese es el trato que a mí me gustaría tener siempre con ellos y con la gente. Ser la misma persona con resultados y sin ellos”, explica.

Y nunca olvida sus orígenes. “Yo soy de ahí (Georgia) y nunca se me va a olvidar de dónde vengo. La relación siempre es muy buena. Allá donde vamos siempre hay georgianos y me apoyan. Yo no he ido mucho a entrenar allí, pero ahora estamos consiguiendo que ellos vengan aquí”, cuenta orgulloso.



Otros proyectos

Durante su conversación con Alejandro Blanco, Niko deja claro que aún le quedan muchos años de judo. “Después de la competición. “Voy a seguir siempre que tenga la motivación y las lesiones me respeten. No sé si hasta los Juegos de 2036, pero mínimo hasta los de 2032. Si es en Madrid o en España, me comprometería a llegar”, comenta entre risas.

Sin embargo, eso no significa que no tenga otras inquietudes. De hecho, ya ha creado su propia marca de ropa ecológica y reciclable: Lenit. “La idea que tenemos y por lo que lo hemos creado es ayudar a mis compañeros. Vengo de un deporte minoritario y si podemos crear ropa para ellos, para las competiciones, las salidas… Queremos dar visibilidad a esos deportes. Es importante que sea ecológica y reciclable, porque ya que lo hacemos, nos gusta hacer bien las cosas y vamos a lo mejor. Puede que tardemos más, que sea más difícil de concienciar, pero preferimos eso a empezar por lo fácil”, concluye.

Tras más de media hora de conversación, Alejandro Blanco se despide de él recordándole lo importante que es para el deporte español y deseando verle el próximo mes de julio con un oro colgado al cuello.

Puedes visualizar el vídeo de la entrevista en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=J42oZIkjVUc
 





 


 

 
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