El estudio recoge un análisis comparativo de España con diez países seleccionados en base a sus modelos deportivos que son considerados una referencia como Reino Unido, Alemania, Australia, Francia, Italia, Países Bajos, Canadá, Nueva Zelanda, Dinamarca y Bélgica.

Para esto, se tuvieron en cuenta cinco apartados principales que marcan la evolución del deporte como el rendimiento deportivo, la estructura financiera, la gestión organizativa, las ayudas e integración social y el desarrollo deportivo.

A partir de este análisis, el estudio es contundente al asegurar en sus conclusiones que el deporte español necesita mejorar cómo establecer nuevas vías de financiación para conseguir mayores subvenciones, la necesidad de abordar una adecuada planificación estratégica y reducir la distancia existente entre el crecimiento del deporte aficionado y el deporte federado.

Uno de los datos más relevantes que refleja el estudio es que España se encuentra 120 millones de euros por debajo de la media de subvenciones de los países comparados.

A pesar de esto, los logros de los deportistas españoles están por encima de la media, tal y como establece el estudio. Unos resultados que, según expresó Alejandro Blanco, presidente del COE "el reflejo con datos de lo que yo vengo diciendo 10 años, pero claro yo lo decía más por intuición y este estudio pone sobre el papel los datos contrastados. Lo cierto es que los resultados del deporte español no son realistas conforme a la inversión realizada”.

José Hidalgo, presidente de ADESP, manifestó que “el estudio es una oportunidad, no pretende ir contra nadie, porque este estudio de lo que habla es de un problema endémico que tiene este país con el deporte. Tenemos necesidad de cambiar el modelo deportivo y este estudio nos da la fuerza de los datos, la veracidad”

Las conclusiones del estudio son cuatro:

1) El deporte español necesita dotarse de un plan estratégico de ámbito nacional y a largo plazo.

2) Es necesario encontrar nuevas vías de financiación (incentivos fiscales, innovación en patrocinio, potenciación de competiciones), así como igualar las subvenciones públicas la medida de los países comparados.

3) Aumentar los niveles de transparencia y gobernanza de los propios agentes del deporte federado.

4) Reducir el GAP entre la práctica del deporte aficionado en España y Deporte federado.