El presidente de la Real Academia Olímpica Española, Conrado Durántez, recibió el pasado 26 de enero la visita de Cristóbal Colón de Carvajal, Duque de Veragua, en la sede del Comité Olímpico Español.
El motivo de la entrevista fue la conmemoración del 50 aniversario de la última posta del fuego olímpico en suelo español antes de emprender camino hacia México para la celebración de los Juegos Olímpicos de 1968.
Conrado Durántez y el Duque de Veragua fueron, junto con otras personas, los encargados de transportar el fuego olímpico mediante una falúa a la corbeta “Princesa”, la cual se encontraba anclada en Palos de Moguer.
La simbología del momento resulta más que patente al ser un descendiente del descubridor del Nuevo Mundo el que, en el lugar en el que su antepasado desembarcó el 15 de marzo de 1493 tras su aventura transoceánica, transportara el fuego sagrado para su vieja a tierras aztecas.
La custodia de la llama en el posterior viaje por el océano Atlántico hasta la costa americana corrió a cargo del presidente del RAOE, Conrado Durántez.
El encendido del pebetero en los Juegos Olímpicos de México 1968 correspondió a Enriqueta Basilio, la primera mujer de la historia que tuvo ese honor. |