Introducido por el presidente del COE, Alejandro Blanco, y por Alberto Palomar, la ponencia corrió a cargo de Mario Alonso, presidente y y cofundador de AUREN, quien realizó un breve pero muy clarificador repaso a lo que significa una auditoría y algunas de sus particularidades.

Para Alonso hay tres palabras que definen el trabajo de auditoría, que es una opinión profesional, que ha de ser independiente y que debe de justificar las cuentas en términos de razonabilidad. Para Alonso estos tres conceptos son claves y deben ser hechos de cuerdo a las pruebas de cumplimiento que la organización realiza según sus datos de control interno, pruebas sustantivas o de detalle y, en su caso, ajustes o reclasificaciones que corrijan las cuentas en aquellos apartados de la auditoría que sean necesarios.

Dentro de las auditorías existe el riesgo inherente por complejidad de la organización y sus controles internos y los riesgos de control de las pruebas sustantivas.Finalmente la autoría puede reflejar las siguientes opiniones: Favorable, Con Salvedades, Desfavorable y/o Denegada. Y las salvedades se clasifican en Incorrección, Limitación de Alcance y/o Falta de Información.

Finalmente defendió la profesión de auditor, ya que a su juicio es la más regulada que existe: pero vaticinó que la revolución tecnológica va a cambiar muchas profesiones y ente ellas la de auditor.